¿Quién se imagina a Felipe Calderón en la cárcel? Lo imaginaron más de 23 mil personas quienes solicitaron el 25 de noviembre al Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) por la realidad de muerte que vive el país. Los más de 50 mil muertos lo ameritan, el miedo de la mayoría lo exige. La petición consiste en que se investigue la posible comisión de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Se trata del ejercicio de un derecho para que se determine quiénes son los responsables de: el exterminio, deportación o traslado forzoso de población; tortura, violación, homicidio intencional o desaparición forzada; el hecho de forzar a un prisionero a servir en las fuerzas de una potencia enemiga, así como los tratos inhumanos, entre otros muchos delitos más. La denuncia está dirigida contra Felipe Calderón, los integrantes del gabinete de seguridad a nivel federal y a todos los cárteles del narcotráfico que operan en México.
El colectivo que avaló la propuesta y quienes se han sumado posteriormente han buscado visibilizar el enorme daño ocasionado al país por no “evitar las agresiones y homicidios contra los civiles, así como por no sancionar a los responsables en lugar de garantizarles impunidad… y porque los cárteles practican la mutilación de forma cotidiana, atacan hospitales, centros de rehabilitación, reclutan a niños menores de 15 años, secuestran, atacan a civiles y cometen asesinatos masivos de migrantes centroamericanos” como afirmó el abogado Netzaí Sandoval.
La denuncia pone el dedo en la llaga ensangrentada del país, expone los vacios legales y la inconsistencia de la estrategia contra el narcotráfico.
Después de ser presentada esta solicitud, el 27 de noviembre la Presidencia de la República difundió un documento en el que acusa, sin mencionarlos, a quienes promovieron la acción ante la CPI de hacer “imputaciones falsas y calumniosas” en contra del Gobierno de la República por lo que “explora todas las alternativas para proceder legalmente con contra de quienes las realizan quienes las realizan en distintos foros e instancias nacionales e internacionales.”
La respuesta de Calderón ha producido un mayor número de personas adherentes, que han validado el derecho a la libertad de expresión, el derecho al acceso a la justicia y el derecho a la verdad. La CPI fue creada por los Estados, incluido el mexicano, bajo el principio de que en dichas instancias se pueda reclamar aquello que los estados no garantizan y haga posible poner fin a la violencia que vivimos y mostrar que la impunidad puede combatirse.
Este ejercicio ha resultado significativo porque ha visibilizado a nivel nacional e internacional lo que sucede en México y aunque aún toca pasar por varias etapas hasta llegar a responsabilizar a personas específicas por su actuación criminal, ha resultado esperanzador por encontrar espacios para la justicia. Si continua fructificando como hasta ahora, a pesar de las amenazas del Presidente podremos avanzar como país en poner un alto a las graves atrocidades y a la impunidad que cobija a los criminales de lesa humanidad.