El viernes pasado, Felipe Calderón declaró: “lamento profundamente que ninguno de los tres órdenes de gobierno” (haya sido capaz de contener la) “escalada de agresión y violencia contra activistas, periodistas y, también candidatos y autoridades constitucionales”. Es bueno que reconozca por fin que su gobierno no ha estado a la altura de la circunstancias; sin embargo, eso no basta. Esta declaración llega tarde y corre el riesgo de convertirse en una frase cínica que contribuya a la impunidad que controla al país. En el contexto de las últimas semanas, donde han asesinado a Nepomuceno Moreno, Trinidad de la Cruz y se encuentran desaparecidos Eva Alarcón y Marcial Bautista, se ha evidenciado la fragilidad de los defensores de los derechos humanos. Es por esto importante que mantengamos en la memoria a otros defensores que han sido asesinados en los últimos cuatro meses:
- Christian Iván Sánchez Venancio fue asesinado el 23 de julio de 2011, en la delegación Cuauhtémoc; algunos medios lo presentaron como defensor de los derechos humanos de la comunidad LGTB. Su muerte fue extremadamente violenta, pues recibió 128 puñaladas. Días después encontraron a los supuestos asesinos, quienes dijeron ser sexo servidores.
- Daniel López García fue encontrado muerto el 3 de agosto de 2011, en la agencia municipal Santa Catarina Roatina, al sur de la ciudad de Oaxaca; se hallaba desaparecido desde el 24 de julio. Era defensor del derecho al voto.
- El presidente del comisariado ejidal del poblado Ocoroni, municipio de Sinaloa, Juan Manuel López Bernal, quien el mes de julio encabezó movilizaciones de campesinos en demanda del pago de tierras que les fueron expropiadas, fue localizado muerto el 20 de agosto con lesiones de bala y huellas de tortura, informó la Policía Ministerial del Estado. Posiblemente el botín que esté en juego está en torno a la construcción de una presa en la región.
- El 3 de septiembre fue asesinado, en la comunidad El Pescado, municipio de Coyuca de Catalán, el campesino Enrique Rodríguez Santana, defensor de los bosques en esa zona de la Tierra Caliente y primo hermano de Rubén Santana Alonso, dirigente de la Organización Campesina Ecologista de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, ultimado el 15 de febrero.
- El 8 de octubre fue asesinado Pedro Leyva Domínguez de la población nahua de Santa María Ostula, municipio de Aquila, Michoacán. La Comisión por la Defensa de los Bienes Comunales informó que el activista, participante en la lucha por la recuperación de tierras contra los pequeños propietarios de la comunidad de La Placita, pertenecía al equipo de la guardia comunal de Ostula, y era el representante ante el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad; fue encontrado en el poblado de Xayakalan, el cual habían recuperado el 29 de junio de 2009, tras una larga lucha con los pequeños propietarios.
- El indígena triqui Antonio Jacinto López Martínez, fue asesinado el 17 de octubre de 2011, en Tlaxiaco, Oaxaca. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó el asesinato y pidió al gobierno de México “una investigación eficaz”.
- Roberto Paul Frey fue torturado y asesinado el 19 de octubre en Ensenada, Baja California y según señala Cencos, era defensor de los DESCA.
- El 26 de octubre fue asesinado el estudiante y activista Carlos Sinohe Cuevas. El estudiante de la UNAM, según diferentes medios comprometido con los derechos políticos recibió 16 balazos.
El recuento de estos, más los que se han sumado en este mes, dan un atisbo de la magnitud de la problemática, que al parecer, quedará pendiente para este gobierno de ser resuelta. Mientras tanto, en México parece ser una realidad que la implementación de medidas cautelares de ninguna manera mitiga las agresiones en contra de quienes defienden los derechos humanos.