El pasado 27 de noviembre se llevó a cabo el Taller Nacional de Diálogo y Reflexión sobre el Impacto de las Empresas Transnacionales en las regiones indígenas de México en San Mateo del Mar, territorio Ikoots del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca. Desde esta tierra, cientos de participantes en lo individual y colectivo emitieron un pronunciamiento en el que destacaron la importancia de las luchas sociales ante un Estado que se encuentra apoyando cada vez más a las empresas transnacionales en detrimento del pueblo.
Quienes se reunieron señalaron que hicieron un análisis en torno a la problemática generada por los megaproyectos en estados como Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Distrito Federal, Estado de México, Puebla, Morelos y Jalisco, en donde las grandes empresas, en contubernio con los gobiernos, han contribuido al despojo de tierras, territorios, bosques, selvas, ríos, lagos, mares, vientos, montes y aguas.
En relación a esto, manifestaron que existe una política de criminalización contra los luchadores indígenas que se oponen a que sus comunidades sean destruidas. Ejemplo de ello fue lo expresado por el Frente de Pueblos Indígenas en Defensa de la Madre Tierra, del Estado de México, quienes denunciaron las presiones y amenazas por parte de la policía estatal y de los representantes de bienes comunales del núcleo de San Francisco Xochicuautla del municipio Lerma, debido a que se oponen a la construcción de la autopista Toluca – Naucalpan en los tramos Xochicuautla – Huitzizilapan. Asimismo, denunciaron las presiones y hostigamiento de la Procuraduría Agraria y de la empresa constructora denominada Autovan, (Autopistas de Vanguardia).
Los miembros del Frente también se pronunciaron contra la destrucción de 180 hectáreas de bosque de Pino – Encino – Oyamel del Área Natural Protegida Parque Estatal Otomí – Mexica, que serían afectados en la construción de la carretera.
Por otra parte, los indígenas presentes señalaron las arbitrariedades que de manera frecuente el Estado mexicano comete en contra de sus ciudadanos y de las comunidades. Muestra de ello es la irracionalidad del gobierno de Chiapas y del gobierno federal por el traslado de Alberto Patishtán de la cárcel de San Cristóbal al penal de Guasave, Sinaloa, como una forma de represión y castigo por sus luchas desde la voz del Amate, incluida su reciente huelga de hambre.
Asimismo, reconocieron la valentía de los habitantes de Ostula, Michoacán, ante la defensa de sus tierras comunales y se solidarizon con su lucha, exigiendo respeto y reconocimiento a su autonomía y a su guardia comunal. Recordaron al recientemente asesinado Pedro Leyva Domínguez y exigieron a las autoridades el pronto esclarecimiento de los hechos, así como la presentación con vida del comunero Francisco Asis Manuel Bautista.