El día de hoy, el periódico Reforma publicó en primera plana un reportaje sobre el caso de Hugo Sánchez Ramírez, joven indígena mazahua sentenciado injustamente a casi 40 años de prisión y cuyo expediente se encuentra actualmente ante la SCJN.
El reportaje periodístico de Silvia Garduño, del periódico Reforma retoma el ineludible hecho de que Hugo es un presunto culpable, pues a pesar de las graves irregularidades de su caso y de que las víctimas que en un principio lo incriminaban se retractaron, Hugo fue injustamente sentenciado. Después de una exhaustiva documentación, el caso de Hugo fue asumido para su defensa integral por el Centro Prodh, quien se encuentra ahora esperando que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) otorgue la libertad a Hugo no sólo “(…) en la línea de decisiones previas en casos similares, sino también acotar el marco de actuación de policías y ministerios públicos para evitar la fabricación de delitos con base en suponer que algo les resulta “sospechoso””.
Cabe recordar que Hugo Sánchez Ramírez fue detenido por policías del Cuerpo Especializado de Investigaciones en Situaciones de Alto Riesgo (CEISAR), quienes le inventaron el delito de portación de armas de fuego y cartuchos y, posteriormente, lo acusaron del secuestro de dos jóvenes que no lo reconocen plenamente como su victimario. Actualmente, Hugo se encuentra recluido en el penal de Almoloyita, en el municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México, con una sentencia condenatoria de 37 años y seis meses de prisión.
Para ahondar en la vida de Hugo y demostrar que el injusto encarcelamiento no sólo lo afecta a él, sino también a su familia, la periodista se dio a la tarea de visitar de forma personal el municipio de San José del Rincón, ubicado en el Estado de México. Constató que el padre de Hugo, don Antonio Sánchez, tiene que dedicarse por completo a trabajar el taxi que antes manejaba su hijo; por lo tanto, el taller de carpintería que tenía ahora se encuentra vacío, lo cual ha repercutido en la situación económica del hogar.
Silvia Garduño reconoce que la familia tiene la cultura del trabajo y del esfuerzo y cita a don Antonio: “Somos gente trabajadora, gente de campo, gente humilde. No nos gusta andar pidiendo limosna tampoco, porque tenemos dos manos para trabajar”. En este sentido, recuerda que el ideal de Hugo era estudiar una carrera corta en ingeniería, sueño que se vio truncado al momento de su injusto encarcelamiento.
Hugo Sánchez es un indígena mazahua que representa la injusticia estructural que mueve a México. Para defenderlo, es necesario que nos sensibilicemos ante esta realidad, conozcamos el caso y lo difundamos. El Centro Prodh te invita a visitar la página de Hugo, mirar el video, postearlo en tus redes sociales (#HugoSCJN) y mantenerte al tanto de éste y de otros tantos casos de injusticias. ¡Tú también puedes defender a Hugo!