El viernes pasado concluyó la Misión Civil de Observación que varias organizaciones de la sociedad civil realizaron en Tenosique, Tabasco. Ese mismo día, se cumplieron 60 días del desalojo de los pobladores de la comunidad Nueva Esperanza, municipio de La Libertad, departamento del Petén, Guatemala, quienes se encuentran en Tenosique en situación de desplazamiento forzado.
Las organizaciones aprovecharon el cierre de su Misión para señalar que las condiciones en las que se encuentran estos desplazados representan una crisis humanitaria, pues casi 300 personas se encuentran viviendo a la intemperie, de las cuales, 115 son niños, niñas y adolescentes. Asimismo, afirmaron que la percepción del pueblo desplazado es que las autoridades guatemaltecas buscan desgastarlos para evitar el retorno a sus tierras, pues las mesas de negociación que se han entablado no han llevado a ninguna solución.
Por otra parte, la Misión de Observación constataron la vulnerabilidad y riesgo que viven las personas migrantes que transitan por México y la de los y las defensoras de sus derechos humanos; especialmente, de La 72, Hogar Refugio para personas migrantes y del Centro de Derechos Humanos Usumacinta. Destacaron que, a pesar de la nueva ley de migración y del proceso de depuración del Instituto Nacional de Migración, los testimonios de las personas migrantes continúan reflejando una situación de violación sistemática a sus derechos humanos.
Ante esta situación, exigieron tanto al gobierno de México como al de Guatemala, establecer medidas para garantizar condiciones de vida digna para la comunidad de Nueva Esperanza; asimismo, impulsar y legislar una visa temporal de transmigrante que minimice los riesgos a los que se ven sometidas las personas migrantes en su trayecto por el país.