Con motivo del Día Internacional de la Paz, que se celebra este 21 de septiembre, Servicios y Asesoría para la Paz, organización civil mexicana dedicada desde hace 15 años a la mediación y transformación positiva de conflictos, comparte su preocupación por la situación de creciente conflictividad que atraviesa el país.
Esta situación se expresa claramente en la clasificación del Índice Global de Paz, dada a conocer en estos días por el Instituto para la Economía y la Paz, en el que México ocupa el lugar 121 de entre 153 países. El índice mide conflictos domésticos e internacionales, e incluye indicadores como seguridad de las personas y militarización con base en 23 indicadores.
Los indicadores en los que México obtiene los resultados más críticos son: Acceso generalizado a armas; nivel de violencia de cada uno de los crímenes; número de homicidios por cada 100,00 personas; falta de respeto a los derechos humanos y percepción del crimen entre la sociedad. A partir de estos indicadores, México se coloca como el segundo país más conflictivo de América Latina, solo arriba de Colombia, y sus índices de Paz están por debajo de países con menor desarrollo económico y social, sobre todo de África.
Los resultados del Índice Global de Paz refuerzan nuestra visión de que el Gobierno mexicano no solo va por la ruta equivocada al implementar una estrategia de guerra para combatir al crimen organizado. Demuestra, también, su incapacidad para orientar los conflictos sociales hacia procesos de diálogo y mediación tendientes a evitar salidas represivas y a reconocer a los pueblos, organizaciones y comunidades como legítimos interlocutores. Preocupante en este sentido en la información dada a conocer recientemente en el sentido de que durante este gobierno se han otorgado en promedio 73 nuevos proyectos de explotación minera añoi, lo que permite prever un escalamiento de la conflictividad.
En este contexto expresamos la necesidad de fortalecer plataformas como las del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que, sustentado en el dolor y la fuerza de las víctimas, le dice al país que este modelo y estrategia militarizado y de guerra no está funcionando y que, tras la Caravana al Sur, se visibiliza la existencia y saldos de otras guerras, así como diversos tipos de violencias. Al recoger diversos agravios y dolores acumulados, sin reconocimiento gubernamental ni vías de solución justa, esta Caravana nos expresa que así es imposible pensar en un verdadero tránsito hacia la Paz.
Sin embargo, en este marco, como SERAPAZ queremos manifestar que encontramos -en el desarrollo de nuestros trabajos de facilitación, mediación, negociación, formación, articulación y fortalecimiento de actores sociales-, una amplia y esperanzadora gama de experiencias y colectividades organizadas que están construyendo la Paz sobre la base de alternativas a los modelos y las condiciones de vida de sus comunidades. En medio de la oscuridad, encontramos ricas señales y verdaderas fuentes de esperanza.
Por ello, en este significativo día expresamos nuestra convicción de seguir trabajando para que los conflictos sociales se encausen por procesos de transformación positiva que eviten salidas represivas y solucionen las causas estructurales que les dieron lugar, como la injusticia, la exclusión, la desigualdad, entre otras. Solo así, se podrá construir una Paz profunda y sustentable.
Atte.
Servicios y Asesoría para la Paz A.C.