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El pasado 4 de mayo de 2011, los Delegados Municipales, Comisariados Ejidales y habitantes de la comunidades indígenas de Texcaco, Coatencalco, Michumitla, Mecapala, Culhuacán, Zapocoatlán y Jalamelco, pertenecientes al Municipio de Xochicoatlán, Estado de Hidalgo, manifestaron su inconformidad y rechazo a las maniobras de perforación del suelo, extracción de manganeso y su transporte realizadas por la Minera Autlán. Esta actividad se realiza desde febrero del presente a la fecha en terrenos pertenecientes a la comunidad de Jalamelco. Las consecuencias ponen en riesgo la salud y calidad de vida a sus habitantes debido al deterioro ambiental que la extracción de manganeso ha provocado en el pasado, hace casi 40 años, y ahora que regresa la incursión minera.
El lunes pasado las comunidades enviaron un documento a la presidencia municipal y a la PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) para solicitar el cese de trabajo a la empresa, en tanto no se resolviera la evaluación del impacto ambiental a la región.
Eder Ángeles Vite, habitante de Jalameco, mencionó que habitantes organizados de las comunidades han buscado reunirse con las instancias relacionadas con el tema y revisar juntos las condiciones ecológicas y efectuar un estudio de impacto ambiental.
La respuesta de la Presidencia Municipal, encabezada por Baltazár Pérez Pérez, ha desviado la atención del problema.
Cándido Ángeles Bautista explica que la Minera Autlán llegó a la comunidad a pedir permiso para hacer una exploración en busca de manganeso. Con la autorización arbitraria de la Presidencia Municipal y con una aprobación sesgada de algunos de los vecinos que fueron convocados, se aprueba el trabajo de la minera. “Así como esta minera, hace 40 años ya habían trabajado aquí y también causaron muchos daños al medio ambiente”, subraya.
Las autoridades de la comunidad permitieron la intervención, que originalmente extraería 1,500 toneladas. Ángeles Bautista señaló que “Haciendo un recuento de la cantidad de vehículos que entraron en estos días, fueron más de 4,000 toneladas. Nos están haciendo un hoyo tremendo al lado de la carretera, que es la que comunica a 7 comunidades.”
Mientras no exista un estudio que avale la gravedad del impacto ambiental que se está provocando, “van a seguir extrayendo más material y contaminar nuestros mantos acuíferos. Sabemos que va a haber un impacto ambiental. Ya nos pasó hace más de 30 años e igualmente lo autorizó sin el pueblo el Presidente Municipal. Están haciendo las cosas a espaldas de la comunidad y sin decir que esto nos va a hacer daño”, añadió.
La Minera Autlán ha provocado un verdadero problema de contaminación en Otongo gracias a los hornos en el que funden material para exportación. “En Naupa y San Bernardo los vecinos los pararon, ya no los dejaron trabajar. En Nonoalco también lavan y extraen material. Los niños se desmayan en la escuela. Hay gente enferma. Sabemos que la contaminación produce cáncer. El manganeso lo usan para hacer pilas, baterías. Esas baterías generan radiaciones y esas radiaciones son muy peligrosas”, añadió.
En un campo abierto extrayendo el manganeso, se amenaza la salud de toda la población.
Por último, Cándido concluye: “A orilla de nuestros ríos tenemos a los animales. La contaminación que nos heredaron y la que persiste nos pone en peligro junto a nuestras tierras, animales y agua”.
El comunicado enfatiza las consecuencias que con conocimiento previo advierten:
- Provocará derrumbes y destrucción de la carretera, misma que con mucho esfuerzo y entusiasmo se logró su pavimentación; carretera que se construyó con el propósito de fomentar el desarrollo de esta zona marginada además de ser la única vía de acceso entre nuestras comunidades. Está siendo destruida de manera paulatina como consecuencia del transporte del manganeso en está vía no apta para transporte pesado.
- Provocará de manera irreversible erosión como cárcavas y azolves; desviando manantiales y destruyendo la flora y la fauna silvestre y riesgo para quienes transitan por esos lugares.
- Contaminará las aguas como ha venido ocurriendo desde años atrás por la actividad minera en perjuicio de nuestra salud; contaminará arroyos y manantiales mismos que son utilizados como abrevaderos para nuestro ganado.
- Continuará la destrucción y muerte de la fauna acuática como peces y acamayas, etcétera, y todo lo relacionado con la vida en este frágil ecosistema que significa para nosotros recursos naturales que forman parte de nuestra economía y fuente de alimento en nuestros hogares.
Por todo lo anterior, las y los habitantes de Jalameco responsabilizan a la Minera Autlán de todos los daños que está ocasionando a la carretera, a su salud y al medio ambiente como consecuencia de las acciones que se realizan en la zona, y exigen su salida inmediata a fin de que no siga ocasionando daño en su entorno.
Hacen un llamado a las Autoridades correspondientes (Municipales, Estatales y Federales) para que intervengan de conformidad con sus atribuciones y facultades establecidas en la normatividad.
Asimismo, solicitan a toda la población en general, a organismos no gubernamentales, organizaciones de derechos humanos, medios de comunicación, universidades, etcétera, su solidaridad en este reclamo ciudadano, ya que se busca hacer posible el respeto a los derechos que como pueblos originarios tienen y está estipulado en los convenios internacionales sobre derechos indígenas, a fin de proteger su entorno.