Cada agresión impune o menospreciada por las autoridades es la promesa de que acontecerá una más grave. Tal como hemos probado las organizaciones que defendemos libertad de expresión, ese desdén, traducido en impunidad, envalentona a los perpetradores que pueden escalar la violencia hasta el asesinato. Por eso la impunidad mata.
ARTICLE 19 ha documentado que los periodistas son atacados principalmente por autoridades públicas. Tal vez eso explique por qué el Estado mexicano no ha cumplido con su obligación de adoptar una estrategia integral que articule a las instancias competentes.
*Lea el artículo completo en Sin Embargo