La planta de Chemours, que pretendía fabricar cianuro, comenzó a desmantelarse este fin de semana luego de más de cinco años de lucha de los ejidatarios y ejidatarias defensores del territorio.
Aun cuando la trasnacional proveedora de insumos químicos para la minería a cielo abierto anunció en diciembre del 2021 que retirará la estructura de producción que había instalado en La Laguna, el caso seguirá abierto hasta el desistimiento de la empresa de cualquier proyecto en esta región y la conclusión del desmantelamiento, que podría llevar más de un año, por lo que las comunidades en resistencia han decidido mantener los dos campamentos en las puertas del predio “hasta que salga el último tornillo”, según sus propias palabras en la asamblea general que realizaron tras confirmar la venta del negocio de soluciones químicas a la multinacional Draslovka y el anuncio de retirar el equipo.
*Información de Agua para Todos e imagen del Frente Unido de Pueblos de La Laguna en Defensa de la Vida y el Territorio