En particular, es necesario que las empresas cuenten con mecanismos adecuados de control y trazabilidad para la venta y exportación de sus armas. No debemos olvidar que las empresas, además de tener que acatar leyes civiles y comerciales, están obligadas a respetar derechos humanos bajo estándares de debida diligencia. Es falso, por tanto, que no tengan ninguna responsabilidad sobre el destino y uso de sus productos.
Adicionalmente, el Estado mexicano también debería tomar acciones que dentro del ámbito de sus responsabilidades en lo relativo al control y supervisión del despliegue de armas en su territorio.
Y es que en México prevalece también la necesidad de fortalecer los controles, incluyendo tanto la exportación como la distribución y, finalmente, su uso por los destinatarios finales. Sobre todo, es fundamental que cuando se cometen delitos en este ámbito, la Fiscalía General de la República indague y acuse a los responsables. Esto, sin embargo, no ocurre en el presente.
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