El decreto que aprobó el poder ejecutivo y formaliza la creación del PANAUT confirmará el fracaso ya comprobado respecto a este tipo de medidas y sus efectos para disminuir la criminalidad en México. La evidencia recabada ha demostrado su ineficacia para disminuir las extorsiones y reducir la actividad de las redes criminales. La Asociación de Operadores Móviles (GSMA por sus siglas en inglés) indicó que durante los años en que se implementó el Registro Nacional de Usuarios de Telecomunicaciones (también conocido como RENAUT, el cual fue el antecesor del PANAUT) hubo “un aumento del 40% en el número de llamadas de extorsión registradas diariamente y un aumento del 8% en el número de secuestros entre 2009 y 2010”.
Lo peor es que el Estado mexicano cuenta ya con herramientas tecnológicas para investigar y combatir a las redes criminales -como la geolocalización en tiempo real y el acceso a los datos conservados-, pero no las usa o no las ejecuta de forma eficiente. Además, otras medidas que podrían implementar resultarían más efectivas que el PANAUT. Por ejemplo, Gabriel Székely, presidente de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones de México (Anatel) precisó que “usar las llamadas realizadas a la línea de denuncia 089 para identificar extorsiones sería más eficiente y simple que instaurar el padrón”. Sin embargo, el gobierno se empecina en reproducir los vicios del pasado y distorsionar la realidad con mensajes sesgados. Afirmó que 155 países hacen el registro de tarjetas SIM, pero omitió que solo un reducido grupo de países (Arabia Saudita, China, Pakistán, Emiratos Árabes Unidos entre otros) lo asocia a la identidad biométrica de las personas.
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