Dice nuestra Constitución que toda persona imputada tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por un juez. Este derecho, sin embargo, tiene serios límites en México.
La presunción de culpabilidad es la regla si se trata de un ciudadano o ciudadana de a pie. Gobierno tras gobierno se sacrifica a unos (mujeres, campesinos, jóvenes) y defiende a otros, no en función de la justicia o la equidad sino de aquello que sirve al poder.
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