“Nos dimos cuenta de que Grupo México es una empresa muy grande y poderosa, que pesa más ante los intereses económicos que el poder dar una justicia a las familias”, sentencia Elvira Martínez Espinosa, quien perdió a su esposo Jorge Vladimir Muñoz Delgado aquel 19 de febrero de 2006, cuando colapsó la mina Pasta de Conchos y provocó la muerte de 65 mineros. Con esas palabras describe la injusticia para unos, y el manto de impunidad para el magnate Germán Larrea Mota-Velasco y su corporación.
Integrante de la organización Familia Pasta de Conchos, Elvira Martínez dice a Contralíneaque estos 15 años han significado “un caminar muy largo, en el que nuestro mayor anhelo ha sido la recuperación de los restos”.
La tragedia se anunció meses antes, pero ninguna autoridad fue capaz de prevenirla.
* Tomado de Contralínea