A simple vista, se ve claramente que la mayoría de las colonias con alto número de contagios destacan por encontrarse en partes periféricas de la ciudad. De igual forma, destaca la ausencia de las “zonas acomodadas”.
Desde el inicio de la pandemia, se ha señalado globalmente la alta relación entre el estrato social al que pertenecen los hogares y el riesgo de contagio debido a la inminente necesidad de salir a trabajar y generar ingresos para sobrevivir, aún a pesar de la imposición de cuarentenas por parte de los gobiernos.
En ese sentido, quedarse en casa ha sido un privilegio y, por lo tanto, también el no contagiarse7. Lo anterior se confirma cuando se analizan en conjunto los datos de contagios a nivel colonia y el estrato social al que ésta pertenece. Por ejemplo, un resultado devastador: las colonias más pobres de la ciudad multiplican por 5 veces la prevalencia entre aquellas con más contagios de la CDMX, comparadas con las colonias más ricas8.