¡Fuera Chemours!, rezaba una gran lona con signos de alarma durante una rueda de prensa esta semana realizada en Durango. “¡Fuera!”, gritaron los integrantes de comunidades y colectivos que mantienen dos campamentos afuera de la fábrica de cianuro de sodio en El Siete, en Gómez Palacio, municipio árido donde pasa el río Nazas. En 2017 este proyecto de la estadounidense Chemours Company también había sido desterrado con protestas masivas de los municipios Salamanca y San Luis de la Paz, Guanajuato, por atentar contra la salud y medio ambiente de la región.
Julio Martínez Carrera, oriundo de Dinamita, Durango, una de las veinte comunidades afectadas, dijo estar en contra del proyecto por la inminente contaminación de agua con cianuro de sodio, uno de los venenos más potentes del mundo. “Mucha gente de las ciudades están ignorantes de este peligro que se nos avecina. Así que por ningún motivo vamos a aceptar esa planta aquí en La Laguna”, dijo. Aún sin terminar la obra inaugurada en junio de 2017 por el Gobernador José Rosas Aispurio, ya estaba consumiendo 11 mil 800 metros cúbicos de agua, elemento vital que acaba de entrar al mercado de valores de Estados Unidos por su escasez mundial.
* Tomado de Reporte Índigo