La comunidad otomí expresó sus demandas frente a Adelfo Regino, titular del INPI; José Alfonso Suárez del Real, secretario de Gobierno de la Ciudad de México en representación de Claudia Sheinbaum, quien dio positivo en la prueba de covid. También estuvieron Josefina Bravo Rangel, representante de la Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México de la Secretaría de Gobernación; Rodrigo Chavez Contreras, titular del Instituto de Vivienda de la Ciudad de México, y Juan Gutiérrez Marquez, director de concertación política de la ciudad.
La primera demanda de la comunidad otomí es la inmediata expropiación de cuatro predios. Estos predios tienen situación irregular después de que fueran abandonados tras el sismo de 1985. Después de los sismos del 2017, las familias otomíes de Roma 18 comenzaron a vivir en la calle pues se cayó la construcción. Aún con los intentos de regularizar los predios, una inmobiliaria obtuvo la propiedad.
“¿Va a haber vivienda, sí, y más en donde vivimos (colonia Juárez), pero no aparecemos nosotros. En esa gentrificación no entra la comunidad otomí. Ni con los vecinos», reclamó Maricela, una mujer adulta que viste de tableado y olanes rojo brillante con negro, y falda blanca. «Entonces decimos: ¿viviendas para quiénes, casas para quiénes? Para los que pagan, para los que gentrifican. No para nuestra comunidad. Nosotras como otomíes también tenemos derecho a vivir en la ciudad”.* Tomado de Pie de Página