Campesinos del municipio indígena de Maxcanú, ubicado en el sur-sureste de Yucatán, impidieron que comenzaran labores empleados de una empresa contratada para desmontar terrenos por donde pasará el tramo 3 del Tren Maya. Los inconformes aseguraron que esas obras destruirán 10 casas y afectarán alrededor de 50 parcelas.
En respuesta, el comisariado ejidal de Maxcanú detuvo la entrega de más de 3 millones de pesos que la Federación envió, que se sumarían al pago inicial de 13 millones de pesos como derecho de ampliación de vía del Tren Maya, dio a conocer el colectivo Indignación, defensor de los derechos humanos.
*Con imagen e información de La Jornada