En una buena señal de apoyo, el presidente López Obrador continúa reuniéndose con las familias de los estudiantes de Ayotzinapa para escuchar sus inquietudes y brindar información sobre los avances en la investigación y los esfuerzos de búsqueda. En la última reunión del 11 de septiembre, López Obrador manifestó que las actualizaciones entregadas a las familias en esa reunión se darán a conocer públicamente en la fecha que oficialmente se cumplen seis años desde su desaparición, el 26 de septiembre.
Los avances en la investigación se deben al esfuerzo continuo de las familias de los estudiantes, las organizaciones que los acompañan, el fiscal especial Omar Gómez, y el trabajo de la Comisión de la Verdad y Justicia, además del compromiso del presidente. El caso ilustra cómo los recursos y la voluntad política pueden empezar a producir resultados para las familias de personas desaparecidas. Aun así, este caso de alto perfil enfrenta muchos desafíos para brindar respuestas sobre lo que sucedió a los estudiantes, así como investigar y enjuiciar a los responsables.
Aunque el gobierno ha creado nuevos mecanismos de búsqueda de personas desaparecidas y para la identificación de restos, los recursos invertidos hasta este momento no son suficientes para enfrentar los desafíos que enfrenta México. Los avances en el caso de los 43 estudiantes desaparecidos son importantes, pero el gobierno mexicano no puede olvidar el hecho de que este caso ocurrió en el contexto de una crisis de desapariciones más amplia en el país. Las familias de todas las víctimas de desapariciones merecen la misma verdad y justicia que el gobierno busca ofrecer a las familias de los 43 estudiantes desaparecidos forzadamente hace seis años.
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