Los medios se han encargado de explicarnos las razones de la indignación y el enojo. Las mujeres están enojadas porque en los casos en los que sus hijas o parientes han sido víctimas de feminicidio o de abuso sexual, la autoridad ha hecho muy poco. Años y años en búsqueda de justicia y los casos apenas avanzan.
En segundo lugar está la reacción de las instancias del Estado, especialmente la policía. Previo a la toma de la CNDH atestiguamos manifestaciones en otros estados del país, protagonizadas por mujeres que salieron a la calle en solidaridad con otras mujeres víctimas de violencias. El 22 de agosto de 2020 en León, Guanajuato, mujeres (casi todas jóvenes) salieron a manifestarse por el abuso sexual perpetrado por policías contra una joven. La policía salió a detenerlas. En Amnistía Internacional tenemos conocimiento de que durante ese proceso algunas de las mujeres fueron amenazadas con ser violadas o desaparecidas. A algunas de ellas les hicieron tocamientos mientras las amedrentaban sexualmente.
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