Desde que la sede de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) fue tomada —y rebautizada Casa Refugio Ni Una Menos— han recibido aportaciones de víveres. Ayer las feministas regalaron parte de esa comida a personas pobres o en situación de calle.
La tarde de este domingo las mujeres se organizaron para repartir despensas a personas familiares de víctimas de algún delito como desaparición o feminicidio.
Una usuaria de Twitter compartió su testimonio y aseguró que personas adultas mayores, así como gente en situación de calle que se encuentra en los alrededores de la okupa, fueron los que recibieron víveres.
*Con información de Eje Central e imagen de Madeleine Watternbarger