Las adolescentes y mujeres fueron brutalmente golpeadas, ahorcadas y pateadas al momento de su detención mientras les decían frases como “no estés de llorona” e incluso las amenazaron con desaparecerlas. También, adolescentes fueron violentadas sexualmente, la policía las tocó sin su consentimiento, semidesnudó, las amenazaron con tomar “selfies” de ellas sin su consentimiento y con agresiones de policías varones. De la misma manera no fueron inmediatamente trasladadas ante la representación social, las autoridades las mantuvieron incomunicadas e inclusive el procurador en turno no quiso brindar informes sobre el paradero de las compañeras.
Al respecto, vale la pena recordar algunos de los estándares que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) estableció en la sentencia “Caso Mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco Vs. México” de 2018, respecto del uso de la fuerza, la violencia sexual y las detenciones colectivas1.
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