Los datos muestran que eventos como el de Nuevo Laredo —en el que todo indica hay un abuso de la fuerza— no son la excepción. Además de ello, revelan que, ya con López Obrador a la cabeza, los sucesos así de violentos van en ascenso. Aunque el Presidente insista que en su mandato “se respetan los derechos humanos”, los mismos datos de la SEDENA ponen en entredicho esta idea. Su violencia en los enfrentamientos, tal parece, no es cosa del pasado: es una amenaza presente, alcanzando o incluso rebasando la vista en años de Calderón.
¿Cómo ha cambiado la tasa de civiles fallecidos por cada militar fallecido en los enfrentamientos? Para cada uno de los años, siempre mueren más civiles que militares en los enfrentamientos. Hay, de cualquier manera, variaciones importantes entre los años. La tasa crece de 1.6 en el 2007 —el año con la tasa más baja— a 32.4 en el 2011 —el año con la tasa más alta—. Siempre, como podemos ver, la disparidad en saldos de enfrentamientos de la SEDENA alcanza su punto máximo con Calderón. Luego vemos un descenso en 2012 y hasta 2015. En 2016 aumenta cada año, incluido 2019, en el que la tasa cierra con 17.9 civiles fallecidos por cada militar fallecido durante el mandato de López Obrador. Es casi de 18 a 1.
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