La tarde del 16 de agosto de 2008, un grupo de jóvenes se encontraba en las instalaciones de Profortarah. Ahí había sólo tierra, aún no estaba pavimentado. Llegaron los jóvenes a jugar descalzos. Habían participado en unas carreras de caballos por la tarde. Alrededor de las 16:00 horas, cuando corrían como si fueran caballos y competían, llegó un grupo armado y disparó contra todos, según los testigos.
El lugar de la masacre se convirtió en un memorial para ellos, que ahora es la Plaza de la Memoria, donde efectúan las misas en su honor, cada año. En la parte lateral izquierda de la explanada, colocaron 13 lápidas con pequeñas reseñas de cada uno. Primero eran cruces y con el paso de los años, lograron construir lápidas simbólicas que son vandalizadas constantemente.
*Con imagen e información de Chiapas Paralelo