El coronavirus se suma en contra de los migrantes centroamericanos. Es un muro que los estigmatiza, los vuelve invisibles y les crea rechazo por parte de sus países de origen. Tras ser expulsados de Estados Unidos, los gobiernos centroamericanos los aislan ante la sospecha de estar contagiados. Son rechazados por sus comunidades. Y son tratados como apestados.
Toda esta dinámica migratoria afecta a los países de centroamérica. Las consecuencias previstas incluyen una disminución de las remesas en un 20%, colocando en una crisis económica a Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador, donde el dinero que aportan los inmigrantes en EEUU, significa un alto porcentaje en el Producto Interno Bruto para los páises de centroamérica.
* Un trabajo de No Ficción