“No se quedó la mitad de mi vida en Estados Unidos, se quedó mi vida completa de aquel lado del muro”, señala Yolanda Varona, directora de Dreamers’ Moms Tijuana-San Diego y quien en 2010 fue deportada de Estados Unidos, como cientos de miles de madres mexicanas, dejando atrás a sus hijos, hogares, trabajo y el llamado sueño americano.
Oriunda de Taxco, Guerrero, emigró hace más de 25 años a Estados Unidos, junto con sus dos pequeños hijos. Se estableció en El Cajón, California, donde trabajó como gerente de restaurantes y tiendas, hasta que una mañana de 2010 fue detenida y deportada a Tijuana, donde su vida cambió radicalmente.
Ella es solo una más de los 2 millones 200 mil mexicanos deportados de Estados Unidos entre 2009 y 2019, de los cuales se estima que un millón fueron mujeres, en su mayoría madres de familia, que dejaron en el vecino país al menos un hijo al cuidado de familiares o que fueron llevados a los servicios sociales del gobierno, de acuerdo con la Oficina del Censo de Estados Unidos.
*Con información de La Razón