San Pedro y San Pablo Ayutla es el municipio de entrada a la zona ayuuk –mixe– de la sierra norte de Oaxaca. Tiene alrededor de 5 mil 500 habitantes. Se trata de poblados y rancherías que se organizan de manera comunitaria. Ahí, por medio de decisiones comunitarias han implementado medidas frente a la contingencia.
Pero esta emergencia gira alrededor de un problema previo. Tres años atrás, la comunidad fue despojada de su manantial. Hoy el agua escasea. Es un bien limitado y precioso. Apenas este martes 31, un incendio –propio de la época de estío– destruyó bosques en Ayutla. Y no había con qué apagarlo.
Yásnaya lo deja claro: “Nuestra respuesta siempre es comunitaria. Con la autoridad [nos abocamos a] hacer un lista de las personas que están en mayor riesgo. Por ejemplo los abuelitos que están solos (hay abuelitos que están en el campo solos, no viven en el caserío), o los niños cuyos papás están aislados. Tenemos una red tradicional. Cuando alguien muere, una persona te lleva comida, otra, despensa, otra leña… y esa es la estrategia que vamos siguiendo.” Es la misma estructura que se activa, cuando, por ejemplo hace mucho frío.
“Estamos conscientes de que si esto se desborda, nosotros no vamos a ser prioridad”, explica Yásnaya Elena. Por eso “le estamos apostando a la prevención”.
*Con información de Pie de Página