Integrantes del colectivo Huellas de la memoria colocaron mosaicos con fotos de víctimas de desaparición, ante la sede central de la Fiscalía General de la República, en la Ciudad de México. La acción inició el 21 de enero pasado, en ocasión del aniversario de la desaparición de Óscar Antonio López Enamorado, cuya madre, Ana Enamorado, pertenece a esta organización.
López Enamorado es un migrante hondureño, quien vino a México con la intención de cruzar hacia Estados Unidos; sin embargo, desapareció en 2010 en el pueblo de Carrizo, Jalisco. Su imagen fue la primera en este Muro de la Memoria, como lo han llamado los familiares de las víctimas. En esta ocasión se añadieron a esos primeros mosaicos otros 12, con la imagen y nombres de otras tantas personas desaparecidas durante el mes de febrero, en años diversos.