Con azadones, picos, palas y machetes, cientos de familiares de desaparecidos escarban en busca de tumbas clandestinas en la comunidad del Paso de Coyutla, en Veracruz, estado sumido en la violencia del narcotráfico.
Entre la maleza y la hojarasca, representantes de colectivos de búsqueda de personas, miembros de la Guardia Nacional y la Fiscalía General se abren paso para rastrear restos humanos y posibles cementerios clandestinos.
Con un calor infernal, alrededor de 300 familiares provenientes de 27 estados del país se unieron en lo que ya es considerada la brigada de búsqueda más grande de la historia para trabajar en esta zona de Veracruz.