“Ya pasaron 20 minutos. ¡Va para arriba!”, avisa don Humberto a cuatro hombres y pide que juntos tiren de una cuerda para sacar a Marcela de un pozo de 16 metros que ellos han escarbado con picos y palas; la meta aún se mira lejana.
Hombres y mujeres han removido tierra, lodo y piedras durante dos meses -incluyendo fines de semana y días festivos- para dar con lo que ellos llaman “tesoros”. No se trata de agua ni de petróleo, son restos de personas que desaparecieron en este lugar, referido como un campamento del cartel de Los Zetas.
Con la ayuda de un mapa anónimo y de dos testigos de identidad protegida, integrantes del colectivo ‘Madres Luna’ dieron con la ubicación de este predio, oculto entre cerros y cañaverales, en el municipio de Córdoba, en la zona centro de Veracruz.