Un cuarto de siglo después ha llegado la hora de un nuevo ajuste normativo al funcionamiento del Poder Judicial. Ello no significa que exista un acuerdo sobre el sentido y alcance de la reforma por venir, pero todo indica que la misma será inminente. A continuación delíneo cinco temas que a mi juicio deben tomarse en cuenta al llevar a cabo esta operación legislativa.
a) El presidente Zaldívar ha insistido con razón en este punto: la reforma debe provenir del propio Poder Judicial.
b) No habrá reforma que sirva si no se coloca en el centro de la ecuación el tema del ingreso al Poder Judicial y de las reglas para hacer carrera al interior del mismo.
c) Un asunto polémico pero sobre el que estoy convencido es que el presidente de la Suprema Corte no debe ser –como lo es hoy– el presidente del Consejo de la Judicatura.
d) Sin menoscabo de sus derechos constitucionales, la y los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y las y los consejeros de la Judicatura no deben poder aspirar a convertirse en integrantes de la SCJN durante su encargo ni en los años inmediatos posteriores al desempeño de su función.