Familiares iniciaron este jueves a sepultar a los nueve mujeres y niños mormones asesinados en una emboscada a manos de sicarios en el norte de México, bajo un ambiente de dolor y mucha tensión por los cárteles del narcotráfico.
Entre coronas de flores y una inmensa tristeza, familiares y amigos le dieron el último adiós a las víctimas de las familias LeBarón y Langford, tres mujeres y seis niños que fueron asesinados el lunes en un cruel ataque cuando viajaban por una vía rural entre los estados de Sonora y Chihuahua, que bordean con Estados Unidos.
*Con imagen e información de Animal Político