La activista Rosario Ibarra de Piedra, recién galardonada con la medalla Belisario Domínguez que otorga el Senado de la República, compartirá la distinción con las demás madres de desaparecidos, que durante décadas han persistido en la búsqueda de sus hijos.
Luego de conocer la distinción, Rosario Piedra, hija de la activista, explicó que su madre de manera permanente ha incluido en las menciones, como ésta, a las demás doñas que han participado en el Movimiento Eureka, que busca a las personas que fueron secuestradas y no regresaron, durante el periodo histórico de México conocido como “la guerra sucia”.
“Nos da mucho gusto a toda la familia y a las doñas del Comité Eureka que siempre la han acompañado. Nos hacen sentir contentas estos reconocimientos y esto significa que seguimos en la lucha hasta lograr ver la verdad de los familiares. Aunque no sea para todas las mamás el reconocimiento, así lo queremos ver.
“Al momento en que acudiremos, lo estaremos viendo como un reconocimiento a todas las integrantes del Comité Eureka. Ella fue la promotora de su fundación, aquí en Monterrey, motivada por los presos políticos de Topo Chico y familiares de desaparecidos contactados en Nuevo León y fue aquí donde nació a nivel local. Y a lo largo de esta terrible lucha fue contactando personas en todo el país”, rememoró.
Recordó que fue su madre quien acuñó el grito de esperanza: “Vivos los llevaron, vivos los queremos”, para reclamar a las autoridades la presencia de los desaparecidos. Dijo que en el Comité creyeron alguna vez que la proclama quedaría solamente en la memoria, pero ahora ve que han tenido que revivirla, con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, junto con otros miles que no habían sido tomados en cuenta.
*Con información de Proceso