Entre el beneficio de la duda, la esperanza y el hasta no ver
se mueven las demandas de las 43 familias que no han parado de buscarlos un sólo minuto de los mil 825 días transcurridos desde la trágica noche de Iguala, en la que el crimen organizado en complicidad con diferentes cuerpos de seguridad y de las fuerzas armadas se los llevaron.
Hoy, dice don Emiliano Navarrete, esperemos que las cosas avancen de otra manera. Se trata de encontrar a nuestros muchachos y de que los responsables sean castigados para que esto nunca más se repita, pues no se le desea a nadie
.
Por lo pronto la exigencia no cesa ni en México ni en muchas partes del mundo donde se realizaron concentraciones de solidaridad con las familias y compañeros de los normalistas desaparecidos en Iguala. En Argentina, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y España, entre muchos otros países, volvieron a las calles los 43 pupitres vacíos, símbolo de la desaparición de los jóvenes.