Ellas sólo se dedican a darles de comer, nada más, como si se necesitara de algo más para vivir. Por esto, por la compasión, por dar lo que no tienen a muchos que no conocen, en 2013 recibieron el Premio Nacional de Derechos Humanos.
Dicho esto, a estas señoras que no tienen nada más que voluntad y una camioneta… les han robado la camioneta. En este México imposible, ni ellas se salvan. Así lo reportó el periodista Rodrigo Soberanes, en Animal Político: “Las Patronas, el grupo de mujeres que se dedica a dar ayuda humanitaria a migrantes en el estado de Veracruz, sufrieron el robo de su camioneta, la principal herramienta de trabajo que tenían para acopiar alimentos, repartirlos en la ruta migratoria y otras actividades operativas. Norma Romero, integrante de Las Patronas, contó que el robo ocurrió esta mañana en la ciudad de Córdoba, cerca de la Clínica 61 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a donde había ido junto con un voluntario de Las Patronas”.
Ojalá nos organicemos, su recuperación es fundamental para el trabajo de este grupo de mujeres que siguen, sin importar el gobierno en turno, pensando que los migrantes son seres humanos que buscan un mejor futuro, como tú y como yo. Que sirva esto como un llamado al gobierno federal a apoyarlas; si nunca lo han hecho, que esta vez les tiendan una mano, si no en la recuperación de su vehículo, en el financiamiento de uno nuevo. Las Patronas merecen un ejército de apoyo. Hoy, como siempre, sólo necesitan una camioneta.