En voz de la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, el Gobierno federal pidió disculpas por la falla e incluso complicidad del Estado mexicano que permitió la masacre de Allende en marzo de 2011, cuando el crimen organizado secuestró, asesinó y desapareció a unas 300 personas.
Familiares de víctimas de la masacre de Allende y de la agrupación Familias Unidas, de Piedras Negras, recordaron con dolor la pérdida de sus parientes, de su patrimonio, así como el estigma social, promovido incluso por la autoridad, sobre que sus allegados eran delincuentes.
Los colectivos pidieron a la secretaria de Gobernación no ser partícipe de un simple acto protocolario para cumplir una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
En tanto, familiares de desaparecidos que integran el Grupo Vida (Víctimas pos sus Derechos en Acción), señalaron que en lugar de disculpas, las autoridades deberían ayudar a identificar la gran cantidad de restos humanos que han encontrado en Coahuila.
«Hay muchísimos restos óseos que no se identifican, nos dicen que no hay dinero, que no hay laboratorios y no quieren contratar laboratorios particulares, necesitamos esto, no actos simbólicos», manifestó Silvia Ortiz, vocera de la organización Vida.
*Con imagen e información de Reforma