El albergue temporal de la Feria Mesoamericana, ubicada al sur de esta localidad, se ha convertido en un calvario y una prisión para los migrantes de África y Haití que llevan semanas en espera de sus documentos migratorios.
Imágenes dramáticas se pudieron observar ayer en la mañana, cuando un muro de elementos de la Guardia Nacional, federales y guardias privados impidieron la salida de los extranjeros. Una mujer haitiana, se acostó debajo del portón principal y suplicaba ayuda para ella y un hijo de un año de nacionalidad chilena.
Los migrantes se mantenían sentados, acostados y otros tirados sobre el piso gritando ¡Libertad, Libertad, libertad! El grupo de al menos 300 extracontinentales exigen servicios de salud, agua, alimentos y su documento de salida que les permite trasladarse por 20 días a la Frontera Norte.
*Con información y video de Quadratín