El plazo de cinco años que Enrique Peña Nieto concedió a Constructora Teya, propiedad de Grupo Higa, para la construcción de la autopista privada Toluca-Naucalpan, se venció y no se concluyó: hay algunos tramos en que se avanzó hasta 40 por ciento. Los pobladores de las tres comunidades demandan al Ejecutivo actual la devolución y restauración de su territorio que, acusan, fue devastado.
El decreto expropiatorio, emitido en 2014, planteó que la obra debió estar terminada el 29 de mayo de 2019 y sólo de edificó “de manera precaria”: el asfalto en varios tramos tiene severos daños por el tipo de suelo y los materiales que se usaron para construir sólo algunos tramos aislados, sin embargo, los datos oficiales de la empresa señalan que la obra lleva un avance de entre 80 y 90 por ciento.
De acuerdo con el Artículo 9 de la Ley de Expropiación, si al plazo de cinco años no se concluyó la causa de utilidad pública para el cual se emitió, en este caso la autopista, los pobladores pueden exigir la devolución del territorio. En conferencia de prensa, pobladores de la comunidad otomí, explicaron que lo que van a solicitar es que se cree un nuevo mecanismo porque consideran que el actual no es suficiente frente a los daños causados.
*Lea la nota completa en Sin Embargo