Bajo la lupa, La edición de hoy, Uncategorized — junio 4, 2019 at 7:20 am

BAJO LA LUPA | Los demonios chiapanecos, por Luis Hernández Navarro

Desde febrero de 2018, los pobladores de Aldama viven una auténtica crisis humanitaria. Varias comunidades del municipio son víctimas constantes de ataques con armas de fuego por parte de grupos paramilitares. Han sido asesinadas 25 personas y herido varias decenas. Además, más de 2 mil han sido desplazadas violentamente de sus casas y pueblos. Quienes salen a trabajar a sus predios corren el peligro de ser asesinados. Los agresores provienen de los poblados de Santa Martha y Saklum, en el vecino municipio de Chenalhó.

Los paramilitares de Chenalhó que a lo largo del último año han atacado a los pobladores de Aldama son los mismos que ultimaron a los integrantes de Las Abejas en Acteal hace casi 22 años, o los familiares de los asesinos. Rosa Pérez, la ex presidenta municipal de Chenalhó, figura clave en la reactivación de los grupos de civiles armados, es pariente de quienes perpetraron la masacre. Abraham Cruz, hasta hace poco tesorero municipal, es hijo del pastor que bendijo las armas de los ­homicidas.

Según declararon los desplazados de Aldama, Rosa Pérez y Abraham Cruz, actual alcalde de Chenalhó, reorganizaron el grupo paramilitar que existe en ese municipio desde hace años, creado por el Ejército, aunque esta vez los atacados fuimos nosotros (https://bit.ly/2Xle8q7).

Lo sucedido en Chenalhó, Chalchiuitán y Aldama no es un hecho aislado. Prácticamente en todos los rincones de la geografía chiapaneca viejos y nuevos cacicazgos (indígenas y mestizos) se disputan el control del territorio por medio de la violencia. Integrantes del pueblo chol de San José El Bascán, en el municipio de Salto de Agua, se encuentran en riesgo de ataque armado y desplazamiento forzado.