Su paso por México ha sido un suplicio. Han enfrentado el duro proceso de ser inmigrantes en condición irregular. Son cubanos y salieron de su país –dicen– por motivos políticos
, con una sola idea: llegar a Estados Unidos.
El territorio mexicano les ha dado una serie de sorpresas. Han sufrido la tortuosa y lenta burocracia para realizar sus trámites migratorios; se les aseguró en la estación migratoria Siglo XXI de esta ciudad, donde –denuncian– las condiciones son inhumanas
y agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) los golpearon y sometieron con violencia.
Recordaron que el 10 de abril, durante un motín en la estación migratoria Siglo XXI –donde estaban retenidas más de 2 mil personas, cuando el espacio tiene capacidad para 900– la desesperación llevó a cientos de migrantes a intentar huir.
“Éramos demasiados ahí dentro. Siglo XXI no es una estancia, es una prisión. Las condiciones son indignas. La gente se inconformó y se hizo el desmadre. Se ensañaron con nosotros. A los centroamericanos los apartaban, a los cubanos nos agredieron. Los policías federales nos sujetaban y los agentes de migración nos obligaban a arrodillarnos y nos golpeaban”.
Lo peor vino después. Por 45 días estuvieron retenidos en la estación migratoria provisional del vecino municipio de Huehuetán, en una celda de cuatro por cuatro metros, sin ventilación. Eran 29 hombres en ese pequeño espacio, pero llegaron a ser 51, entre adultos y niños.
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