Yo no busco culpables, busco a mi hijo, dice enfática María Isabel Cruz Bernal, una madre oaxaqueña convertida desde hace dos años en policía e investigadora. Rastreadora de indicios que le lleven a encontrar a su hijo.
María Isabel es de Matías Romero, se fue hace 28 años a Sinaloa a construir una familia. Volvió el mes de abril a Oaxaca, junto con otro grupo de mujeres, buscando indicios del paradero de su hijo y de los hijos de otras madres.
Su única misión por ahora, es hallar a Yosymar, un joven policía de 21 años de edad, quien desapareció después de un bombazo que ocurrió en 2016 en Culiacán, donde él fue a dar auxilio a la gente para llevarlos al hospital. Todos los que dieron apoyo no están, son nueve muertos y tres desparecidos.
Por su labor, hace un año intentaron “levantarla” a punta de pistola. Pero al parecer ya nada le puede impedir seguir.
“Me dijeron ¡bájale tantito, evítate problemas. Pero perdí el miedo. Perdí el miedo porque me arrancaron un pedazo de mí, un pedazo de corazón y me dejaron un vacío que no puede llenarse con nada”.
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