Del total de personas encuestadas, 78.6% fueron hombres, mientras 21.4% fueron mujeres, y la mayoría tenían alrededor de 25 años. De los principales hallazgos, la situación que más resalta es que el 97.9% de las personas que respondieron la encuesta consumieron alcohol en el último año. De ahí, le siguen la planta de cannabis (82%), el tabaco (69.4%), la cocaína (40.7%) y el LSD (40.2%).
Claramente el tema de las políticas de drogas toma mayor relevancia bajo las circunstancias actuales. Existen las condiciones políticas para cambiar el rumbo y para transformar el paradigma. Aunque hay ciertas criticas al Plan Nacional de Desarrollo, este sí promueve replantear la estrategia para México. El hecho de reconocer que la prohibición ha sido insostenible y que tenemos que buscar nuevas maneras de abordar el tema es un gran avance. Como organizaciones de la sociedad civil, nos abre un espacio para acompañar procesos, acercar conocimiento, incluir a las comunidades más afectadas y compartir la evidencia que hemos generado durante los últimos doce años. Necesitamos mas y mejores datos siempre, y es sumamente importante tener las voces de las personas que consumen plantas y sustancias psicoactivas en la formación de estas políticas. El futuro de las políticas de drogas en México suena prometedor; esperemos que ya no haya marcha para atrás.