Mientras se desarrollaba la revisión de expedientes del SEMEFO de las regiones de Zitácuaro, Lázaro Cárdenas y Zamora, correspondientes al periodo entre 2017 y 2019, dos familiares del muchacho desaparecido de Zitácuaro llegaron al auditorio municipal para sumarse a este procedimiento.
Alertados por una autoridad –al parecer su Ministerio Público– la familia llevó a la reunión la fotografía de un tatuaje que tenía el joven y que había sido considerado como una seña particular. Al llegar al recinto, se le pregunta a Hugo Méndez, representante de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) si ya pasaron la foto del tatuaje que llevaba consigo la familia, situación que –coincidentemente– el defensor confirmó al tener una foto de este elemento, hecha momentos antes.
Sin mayores preámbulos, se traslada a la familia a la Fiscalía para corroborar la identificación y gestionar la entrega del cuerpo según corresponde. En un lapso no mayor de dos horas, todas las gestiones y tramites están listos y se gestiona la exhumación del cadáver.
*Con imagen e información de Pie de Página