La acción climática y la reducción de emisiones de gases efecto invernadero son urgentes, sin embargo, esta urgencia contrasta con la realidad política, que según cálculos del IPCC nos estaría llevando por encima de los 2º centígrados. Esta crisis plantea un futuro incierto para los millones de jóvenes del planeta, que ante esto han decidido tomar su destino en sus manos, salir a la calle y exigir que la gente que nos representa que se comporten a la altura de la crisis.
La situación ambiental resulta preocupante, pero estos movimientos originados desde los jóvenes resultan sumamente motivantes y refrescantes para el ya muy caminado movimiento ambientalista global. Se ha escuchado muchas veces “se metieron con la generación equivocada”, me gusta creer que esta vez tienen razón.
Por último, queremos reconocer la valentía y urgencia con la que las y los jóvenes actúan, saludamos la movilización que está ocurriendo en todo el mundo, particularmente en México, y queremos reiterar nuestro respaldo y completa solidaridad con lucha, que por su naturaleza, también es nuestra.