Aracely Careta agarró con rabia el micrófono en la plaza pública de Lázaro Cárdenas en Minatitlán, sosteniendo con la mano diestra un cartelón con el rostro de su hijo reciente asesinado, Alfredo Meugniot.
Se dirigió a la concurrencia: “A mi hijo lo asesinaron por ir a una fiesta. Dijeron que era un ajuste de cuentas y no es cierto, era una fiesta. Ustedes en Minatitlán también van a fiestas”.
Aracely solo es una más del centenar de deudos que dejó la masacre en la palapa “El Potro”, donde trece personas perdieron la vida el pasado viernes.
*Con imagen e información de Proceso