Muestra de ello es el ejercicio de consulta realizado el pasado fin de semana a través de la figura de la asamblea regional consultiva, en el contexto del Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec.
Este ejercicio calificado de inédito por el titular del INPI, lo es por malas razones, a diferencia de los estándares internacionales que dicen respetar, resultó absurdo que se diseñara un protocolo en el cual se definieron la etapa informativa, la deliberativa y la de construcción de acuerdos a realizarse en un solo día y mediante asambleas regionales. Lejos de lo establecido en el Convenio 169 de la OIT, en el sentido de respetar las instituciones representativas de los pueblos.
Es evidente que la afectación ya se consumó. Por ello, pobladores de cinco comunidades indígenas de Oaxaca solicitaron el amparo de la justicia federal, que se conceda con la ley en la mano, sin la retórica oficial, para impedir que forme parte de perdones a futuro.