El pasado 13 de febrero, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la Recomendación 18VG/2019, en la que determinó que Korina, Denis y Charly fueron detenidas de forma ilegal –las primeras dos durante el cateo ilegal de su domicilio-, se les retuvo arbitrariamente en un cuartel naval, sobrevivieron tortura y se violó su derecho al trato digno y a una vida libre de violencia.
Es preocupante que las recomendaciones de la CNDH no apliquen estándares nacionales e internacionales en materia de violencia sexual y presenten deficiencias argumentativas tan severas,
Si la CNDH no encuentra acreditada la tortura sexual en un caso donde se encuentra tan documentada, ¿qué podemos esperar para las mujeres en cuyos casos efectivamente desaparecieron las lesiones y los peritajes oficiales, por su distancia de los hechos y las condiciones de la reclusión que enfrentan la mayoría de las sobrevivientes, son incapaces de detectar las secuelas psicológicas?