¿Qué encontramos como patrón sistemático?
Descalificación de la labor periodística y estigmatización de las víctimas como primer paso, generalmente mediático.
Superando el primer filtro, el inicio de la averiguación o carpeta, según el caso, sigue la ausencia de análisis de contexto. En ocasiones un mismo caso genera la apertura de dos investigaciones en distintos ámbitos de competencia, es decir a nivel local y nivel federal.
El siguiente punto en la lista es la falta de claridad y objetividad de la atracción de casos a la Fiscalía Especial, puesto que se ha negado a retomar las investigaciones bajo la descalificación de la labor periodística.
Paso siguiente: presentación de “los responsables” por parte de las Procuradurías o Fiscalías. Este paso tiene por objeto reducir públicamente el impacto social negativo de no ponerle rostro a las personas realizan los actos, y, generalmente significa para los órganos de investigación que el caso en cuestión se encuentra “esclarecido”.
El último requisito es el de realizar la investigación sin miras a que esta llegue a un fin, sin una guía que permita saber qué sigue, qué se quiere investigar o tan siquiera de dónde partir. En otras palabras, sin un plan de investigación que permitan un hilo secuencial de diligencias que arrojen resultados importantes.