Pasaron 12 años de los hechos y por fin se hace justicia. El pasado 28 de noviembre, la Corte Interamericana de Derechos Humanos emite la resolución sobre el «Caso Mujeres Víctimas de Tortura Sexual en Atenco Vs. México», responsabilizando al Estado Mexicano, señalando que la policía del Estado de México y la entonces Policía Federal Preventiva abusaron, torturaron y violaron a once mujeres.
Destaca la motivación y los estándares que edifica esta sentencia. La Corte IDH señaló que el uso indiscriminado de la fuerza es el resultado de ausencia de regulación, falta de capacitación de los agentes, la supervisión y monitoreo ineficiente del operativo y una concepción errada de que la violencia de algunos justificaba el uso de la fuerza. Se concluyó que las agresiones constituyeron tortura y violencia sexual.
Uno de los aspectos más valiosos a reconocer en esta resolución es el juzgamiento con perspectiva de género. Vale la pena estudiar la argumentación sobre el lenguaje utilizado por los policías, concretamente las consideraciones sobre la violencia verbal y estereotipada a la que fueron sometidas las mujeres víctimas. Esto otorga una nueva mirada al juzgamiento y actuar de los policías. Un avance en la protección del derecho de las mujeres al trato digno.
Además, la Corte reparó en el tratamiento dado por las autoridades estatales. La credibilidad de las víctimas fue puesta en duda y fueron estigmatizadas públicamente como «guerrilleras» por el gobierno del Estado de México, sin tomar en cuenta hechos y declaraciones de víctimas.
Esta sentencia deberá sentar las bases para la capacitación y actuación de las policías e n casos de detención de mujeres, en México y en el mundo. Nunca más otra vejación como ésta Desafortunadamente fueron las instancias internacionales las que nos obligan a reconocer que en nuestro país se tortura sexualmente, se abusa desdeña y lastima a las mujeres, sin que las autoridades sean responsables.