Son más de cinco familias de Atoyac las que buscan no vestigios de una guerra, sino a sus seres queridos: «Primero buscamos a los desaparecidos de los años 70, pero nos unimos a otros colectivos. Siguen las desapariciones y ya adoptamos a los desaparecidos de todos los estados», asegura Vladimir, quien busca a su padre y abuelo, vistos por última vez en Atoyac el 5 de octubre de 1974.
Entre 1960 y 1980, Guerrero vivió un conflicto en el que el gobierno combatió a la guerrilla de Lucio Cabañas, pero también violó derechos humanos. Atoyac fue uno de los sitios donde se establecieron bases militares, como en Pie de la Cuesta y Acapulco, que se usaron para detener, torturar, asesinar y desaparecer a cientos de personas, según testimonios y organismos civiles.
Cutberto Ortiz Cabañas y Cutberto Ortiz Ramos son otros desaparecidos. El primero, en 1974, y el segundo, en 2014, por lo que su familia los busca.
Doña Tita Radilla ha trabajado con colectivos de varios estados: «Nos ha unido el dolor, pero también la esperanza, la esperanza de encontrarlos y tener tranquilidad. Es necesario que se pare esta masacre y que deje de haber desaparecidos. Es muy triste y doloroso. La impunidad es la responsable de que hoy cualquiera pueda desaparecer a alguien. Necesitamos ser un país sin esta violencia terrible. No esperen a estar de este lado para acompañarnos», recalca.
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