Una caravana de unos 1,600 migrantes centroamericanos acampó el martes en la ciudad de Piedras Negras, cerca de la frontera con EU.
El gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, dijo que los migrantes eran personas en busca de asilo, insinuando que todos habían expresado su intención de entregarse a las autoridades estadounidenses.
Aunque caravanas previas han preferido llegar a la ciudad de Tijuana, la relativamente abierta sección en la frontera alrededor de Eagle Pass, en Texas, sólo está bordeada por el río Bravo y carece de las largas secciones de barreras altas encontradas en Tijuana.
*Con imagen e información de El Economista